Mientras el presidente Luis Abinader se muestra firme al desechar a funcionarios implicados en actos de indelicadeza, es preocupante observar cómo las autoridades del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en Santo Domingo Este (SDE) buscan revivir y respaldar a candidatos municipales que han cometido flagrantes irregularidades en el desempeño de sus funciones.
La lucha contra la corrupción y la promoción de la transparencia han sido una de las principales banderas del actual gobierno dominicano. Desde su llegada al poder, el presidente Abinader ha dejado claro que no tolerará ningún tipo de malversación de fondos públicos ni comportamientos inapropiados por parte de sus funcionarios. Ha demostrado que está dispuesto a tomar medidas enérgicas y despedir a aquellos que no cumplen con los estándares éticos y morales requeridos para servir al país.
Sin embargo, es lamentable ver cómo algunas autoridades del PRM en SDE parecen tener una visión diferente de la responsabilidad y la rendición de cuentas. En lugar de distanciarse de aquellos candidatos que han demostrado una conducta inapropiada, buscan darles una segunda oportunidad y respaldarlos para cargos municipales. Esto envía un mensaje equivocado a la ciudadanía y socava los esfuerzos del gobierno por construir una administración pública confiable y transparente.
Las irregularidades en el desempeño de funciones son un asunto serio que no puede ser ignorado ni pasado por alto. Cuando los funcionarios actúan de manera indebida, afectan directamente a la población a la que están destinados a servir. La confianza de los ciudadanos en sus representantes se ve erosionada y se socava la legitimidad del sistema democrático.
Es comprensible que exista la posibilidad de que las personas se equivoquen y cometan errores. Sin embargo, es crucial que estos errores se reconozcan, se asuman las consecuencias correspondientes y se aprenda de ellos. No se puede permitir que aquellos que han demostrado una falta de ética y compromiso con el bienestar público ocupen cargos de responsabilidad nuevamente. Esto solo perpetúa un ciclo de impunidad y desconfianza en las instituciones.
Es responsabilidad de las autoridades del PRM en SDE y de todos los partidos políticos garantizar que sus candidatos sean personas íntegras y competentes, comprometidas con el servicio público y el bienestar de la comunidad. Revivir y respaldar a aquellos que han cometido irregularidades en el pasado es un desprecio a la voluntad ciudadana y un retroceso en los esfuerzos por construir un país mejor.
En resumen, mientras el presidente Luis Abinader muestra una postura clara y firme al deshacerse de funcionarios por actos de indelicadeza, resulta desalentador ver cómo algunas autoridades del PRM en SDE buscan revivir y respaldar a candidatos municipales que han cometido irregularidades en el ejercicio de sus funciones.
Este comportamiento contradice los esfuerzos del gobierno por combatir la corrupción y socava la confianza de la ciudadanía en sus representantes. Es esencial que se promueva la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles del gobierno y se asegure que aquellos que han actuado de manera indebida no ocupen cargos de responsabilidad nuevamente.
